En Clickedu, como plataforma de gestión para los centros educativos, entendemos la importancia de dotar a los equipos directivos, personal de administración, profesionales psicopedagogos y docentes de las herramientas para garantizar la igualdad de oportunidades en el colegio o escuela.
Las cifras reflejan la urgencia de actuar. Según el último informe PISA, y de acuerdo con el análisis de Esade “Todo lo que debes saber de PISA sobre equidad”, la diferencia de rendimiento académico entre el alumnado más favorecido socioeconómicamente y el menos favorecido puede equivaler a más de tres años de escolarización (más de 120 puntos). Además, el 25% de los estudiantes de menor nivel socioeconómico tiene casi cuatro veces más probabilidades de repetir curso que el 25% de los más favorecidos. Esto subraya que el origen socioeconómico sigue siendo el factor más determinante del éxito educativo en España. Por eso es crucial que los centros tomen medidas activas para que el rendimiento no sea una función del código postal o renta, sino del esfuerzo individual.
La brecha socioeconómica en el aula exige metodologías y sensibilidad por parte del profesorado, aunque es evidente que el problema es complejo y requiere esfuerzos por parte de las instituciones públicas, incluyendo ayudas económicas y otras medidas para reducir las desigualdades. A continuación, exploramos cómo identificar esta realidad y qué estrategias son más efectivas para combatirla.
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Cómo se manifiesta la desigualdad socioeconómica en el aula
La desigualdad educativa derivada del contexto social se manifiesta de múltiples maneras, algunas evidentes y otras más sutiles, pero todas impactantes en el desarrollo del estudiante.
La desigualdad se puede notar en factores externos o en aquellos que afectan directamente al proceso de aprendizaje. Así, como manifestaciones visibles, destacan:
- Brecha digital. Falta de acceso a dispositivos (ordenadores, tablets) o a una conexión a internet estable en casa.
- Recursos materiales. Escasez de libros de apoyo o material escolar de calidad y necesidad de becas de comedor o transporte.
- Apoyo extraescolar. Imposibilidad de pagar clases de refuerzo, idiomas o actividades deportivas.
Las manifestaciones invisibles más importantes de la desigualdad socioeconómica son:
- Vocabulario y capital cultural. Menor exposición a ciertos conocimientos, lecturas o viajes, afectando el rendimiento en asignaturas específicas.
- Expectativas y autoestima. Baja percepción de autoeficacia y un menor nivel de expectativas académicas por parte del entorno familiar.
- Disponibilidad de las familias. Dificultades de las familias con trabajos precarios para participar en reuniones o hacer seguimiento de tareas.
La detección temprana por parte del profesorado es crucial. Es necesario mirar más allá del simple rendimiento académico y observar las barreras sistémicas que pueden estar afectando al estudiante. La educación es el motor de la igualdad de oportunidades, y reconocer estas disparidades es el primer paso para neutralizarlas.
El papel del profesor ante la diversidad económica
El docente es el agente de cambio más poderoso dentro del centro. Para trabajar la desigualdad social en el aula, el profesorado debe fomentar un clima que valore al estudiante en su totalidad, independientemente de su origen. Algunas de las estrategias para conseguirlo son:
- Fomentar un clima inclusivo y empático. Crear un espacio donde la diversidad de contextos sea vista como una riqueza, no como una carencia. Hay que evitar actividades que requieran materiales caros o viajes onerosos.
- Potenciar el valor del esfuerzo y no solo el resultado. Poner el foco en el proceso de aprendizaje, la perseverancia y la mejora individual, en lugar de en notas que pueden estar muy influenciadas por el apoyo externo.
- Sensibilizar a todo el alumnado. Utilizar el currículo (literatura, historia, ética) para debatir sobre la justicia social y la equidad.

Metodologías inclusivas para compensar desigualdades
La inclusión educativa es un principio rector básico y un derecho fundamental para todo el alumnado, tal como subraya la LOMLOE. En un artículo reciente repasábamos las metodologías inclusivas en el aula para una educación sin barreras, pero el tratamiento de las desigualdades socioeconómicas merece un capítulo específico. En este sentido, la aplicación de métodos inclusivos en el aula es la mejor estrategia compensatoria:
- Aprendizaje cooperativo. Este método fomenta la colaboración y la ayuda mutua. En lugar de competir, los estudiantes se convierten en un recurso de apoyo mutuo, nivelando las diferencias de conocimiento.
- Aprendizaje basado en proyectos (ABP) con recursos accesibles para todos. Es importante diseñar los proyectos garantizando que la investigación pueda completarse en la biblioteca del centro o con materiales gratuitos, sin requerir acceso a hardware o software costosos en casa.
- Gamificación y recursos digitales gratuitos para equilibrar oportunidades. Conviene utilizar plataformas y herramientas abiertas y gratuitas para hacer accesible la tecnología a todos.
- Tutorías individualizadas y acompañamiento personalizado. Hay que asignar tiempo de tutoría dentro del horario escolar para ofrecer el refuerzo y el seguimiento que algunos estudiantes no pueden recibir fuera del centro.
Recursos y herramientas útiles para docentes
El uso inteligente de la tecnología y los recursos disponibles puede mitigar la brecha socioeconómica en el aula. En este sentido, algunas ideas enfocadas en la tecnología son:
- Clickedu, un aliado. Plataformas como Clickedu permiten centralizar los recursos digitales que el docente comparte con el alumnado, asegurando que todos accedan al mismo material y eliminando la necesidad de materiales impresos no esenciales.
- Repositorios de contenido abierto (OER). Es conveniente fomentar el uso de bibliotecas de recursos educativos abiertos (OER, por sus siglas en inglés) que ofrezcan materiales de alta calidad validados por otros docentes, sin coste alguno.
- Herramientas digitales para crear actividades inclusivas sin costes adicionales. El docente puede crear y compartir cuestionarios, presentaciones o vídeos interactivos utilizando herramientas gratuitas que son accesibles desde cualquier dispositivo con navegador web.
Además de las soluciones tecnológicas, es fundamental que el centro implemente programas y proyectos de acción social que refuercen la igualdad desde la gestión del día a día:
- Programas de refuerzo y apoyo educativo para contextos vulnerables. Se trata de identificar y priorizar a los estudiantes más vulnerables para becas de refuerzo o actividades extraescolares subvencionadas.
- Proyectos solidarios o cooperativos dentro del centro educativo. Se pueden organizar mercadillos de libros de segunda mano, actividades de cesión de material escolar, programas de mentoría entre estudiantes o iniciativas de apoyo tecnológico dentro de la comunidad escolar.

Cómo establecer una comunicación no invasiva con las familias con dificultades económicas
Al trabajar la desigualdad socioeconómica en el centro, es fundamental también tener en cuenta la comunicación dirigida a las familias en situación de vulnerabilidad. Además de los puntos comentados en el reciente artículo “Tecnologías al servicio del vínculo entre familias y centros escolares”, recomendamos que la comunicación con estas familias sea discreta, respetuosa y proactiva. Los puntos a considerar son:
- Comunicaciones privadas. Las comunicaciones sobre dificultades económicas o becas deben ser siempre privadas y dirigidas al progenitor o tutor legal.
- Previsión. Es importante prever las problemáticas de estas familias y ofrecer las soluciones con antelación y de forma proactiva, por ejemplo becas para el comedor o recursos educativos gratuitos.
- Flexibilidad. Otro punto importante es mostrar empatía con los horarios laborales complejos y ofrecer alternativas a las reuniones presenciales, como llamadas telefónicas.
Abordar la desigualdad en el aula es, sin duda, un compromiso colectivo. Tal como afirma la UNESCO, «el acceso a la educación no es suficiente; la equidad en el aprendizaje es lo que verdaderamente transforma las sociedades». Con esta premisa y el apoyo de las instituciones materializado sobre todo en más recursos económicos y humanos, podemos asegurar que la escuela sea el verdadero motor de ascenso social, garantizando que cada estudiante pueda desarrollar todo su potencial en igualdad de oportunidades.