Las soluciones para una mejor comprensión lectora

La comprensión lectora es una habilidad fundamental que forma la base del aprendizaje en todas las áreas del conocimiento. Sin embargo, en España nos enfrentamos a un desafío preocupante: nuestra tasa de comprensión lectora se encuentra rezagada en el ranking europeo.

Comprensión lectora

La baja comprensión lectora en España plantea la necesidad de abordar el problema y buscar soluciones efectivas que ayuden a los docentes a mejorar la competencia lectora de sus alumnos.

En este artículo, reflexionaremos sobre las causas del problema y exploraremos algunas estrategias pedagógicas que pueden utilizarse en el aula para fomentar la comprensión lectora.

El reto de la comprensión lectora en España

Según los informes más recientes, España se encuentra por debajo de la media europea en cuanto a los niveles de comprensión lectora de su alumnado, y en los últimos cinco años ha sufrido un retroceso significativo, aunque esta pérdida se ha producido también en otros países. 

La evaluación internacional PIRLS, cuya edición de 2021 acaba de publicarse, señala que los niños de cuarto de primaria, de nueve y diez años, han perdido siete puntos en comprensión lectora. De acuerdo con la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), encargada de llevar a cabo esta prueba cada lustro, estos siete puntos representarían medio trimestre.

PIRLS define la comprensión lectora como “la habilidad para comprender y utilizar las formas lingüísticas escritas requeridas por la sociedad y/o valoradas por el individuo. Los lectores son capaces de construir significado a partir de una variedad de textos. Leen para aprender, para participar en las comunidades de lectores del ámbito escolar y de la vida cotidiana, y para su disfrute personal”.

“La lectura es la interacción entre texto y lector, comprensión es la interpretación que hace el lector de la idea expresada por el autor. Si el escrito no es del interés del lector, no elaborará un significado y la lectura quedará sólo como el descifrado de palabras”, escribió por su parte la psicopedagoga Margarita Gómez Palacios, pionera en propuestas para la comprensión lectora.

¿Por qué el alumnado de España tiene una baja tasa de comprensión lectora?

Pero ¿cuáles son las causas que han conducido a que nuestro alumnado tenga una baja tasa de comprensión lectora? Entre los factores a considerar, según los expertos podemos mencionar la falta de motivación por la lectura, la escasa práctica de la lectura en el hogar y la influencia de las nuevas tecnologías en la forma en que los niños interactúan con el texto escrito, así como las consecuencias de la pandemia por Covid-19:

  • Falta de motivación por la lectura. Muchos niños no encuentran un verdadero interés en sumergirse en los libros y consideran la lectura como una tarea aburrida y obligatoria. Esta falta de motivación puede estar relacionada con la falta de acceso a una amplia variedad de libros y géneros literarios, así como la ausencia de modelos a seguir que les transmitan la importancia y el placer de la lectura.
  • Bajo índice de lectura. En España se lee poco: sólo el 52% de la población lee al menos una vez a la semana. Eso significa que casi la mitad de la población no lee de forma habitual. Si los padres no leen es difícil que sus hijos se enganchen a los libros.
  • Influencia de las nuevas tecnologías. El acceso constante a dispositivos electrónicos puede desviar la atención de los niños hacia otras actividades que quizá no parecen tan estimulantes por no ser tan visuales, lo que relega la lectura a un segundo plano. Esto adquiere más importancia aún cuando los adultos del hogar también desarrollan cierta adicción por las pantallas. Al ser las familias los primeros mediadores de lectura, los comportamientos se repiten.
  • Pandemia por Covid-19. Las consecuencias del lock down han exacerbado este problema, ya que el cierre de escuelas y la transición al aprendizaje en línea han limitado el contacto directo con los libros y la interacción con los compañeros y docentes, afectando negativamente la práctica y el gusto por la lectura.

La experiencia de Suecia y la reducción del uso de pantallas

Suecia, que ocupa el noveno puesto en el informe PIRLS de comprensión lectora, ha tomado una medida interesante al reconocer que el uso excesivo de pantallas en el aula puede ser perjudicial para la comprensión lectora. Ha optado por poner freno a su estrategia de digitalización de las aulas y ha promovido el retorno al uso de libros impresos y materiales físicos en el aprendizaje. Esta medida se basa en la idea de que la interacción táctil con el papel y la ausencia de distracciones digitales pueden favorecer una mayor concentración y comprensión. De hecho, el ministerio de Educación sueco solicitó informes a más de 60 expertos sobre la digitalización en las aulas y todos concluyeron que “la investigación del cerebro en niños muestra que no se benefician de la enseñanza basada en pantallas”.

Aunque la medida sueca puede resultar sorprendente en el contexto de un mundo cada vez más digital, es importante reflexionar sobre cómo equilibrar el uso de tecnología con la necesidad de desarrollar habilidades de comprensión lectora sólidas en los niños. Seguramente la clave esté en encontrar un punto de equilibrio, aprovechando las ventajas de la tecnología y, al mismo tiempo, promoviendo una relación saludable con los textos escritos tradicionales.

Consejos para mejorar la comprensión lectora 

La comprensión lectora no afecta sólo a las materias de lengua y literatura. Todos sabemos que la resolución de un problema matemático depende también de la comprensión lectora, por poner sólo un ejemplo. Así que es clave ayudar al alumnado a mejorar sus habilidades lectoras. He aquí algunas ideas:

  • Fomentar el amor por la lectura. Los docentes pueden promover un ambiente de entusiasmo y curiosidad por la lectura, presentando libros interesantes y desafiando a los alumnos a descubrir nuevas historias. Organizar actividades de lectura compartida y discusiones en grupo puede despertar el interés y el gusto por la lectura.
  • Enseñar estrategias de comprensión. Es fundamental enseñar a los alumnos técnicas y estrategias para comprender y analizar el contenido de los textos. Esto puede incluir la identificación de palabras clave, la inferencia de significados a través del contexto, la formulación de preguntas antes y después de la lectura, y la síntesis de la información relevante.
  • Integrar la lectura en todas las materias. La lectura no debe ser exclusiva de la asignatura de Lengua y Literatura. Los docentes pueden incorporar la lectura en todas las áreas del currículo, utilizando textos relacionados con las temáticas de estudio. Esto ayudará a los alumnos a comprender cómo la lectura es esencial para el aprendizaje en todas las disciplinas.
  • Promover la lectura en el hogar. Es importante involucrar a los padres y cuidadores en el proceso de mejora de la comprensión lectora. Los docentes pueden proporcionar recomendaciones de libros, establecer programas de lectura en familia y compartir estrategias para fomentar la lectura en casa.
  • Fomentar las bibliotecas escolares y permitir el acceso a las familias. Hasta 200 investigadores españoles han firmado un manifiesto en defensa de las bibliotecas escolares y el acceso a las lecturas en papel. “Una biblioteca escolar no sólo es un edificio de ladrillos y estanterías, es un espacio de conocimiento, de tejer conversaciones y de tejer entre las diferentes asignaturas”, ha señalado Gemma Lluch, catedrática de filología catalana de la Universidad de Valencia y una de las pioneras en participar en este manifiesto.

Fundamental en el aprendizaje

La comprensión lectora es una competencia esencial en el proceso de aprendizaje del alumnado. Ante el desafío que afrontamos en España, es fundamental que los docentes adopten estrategias efectivas para mejorar la comprensión lectora en el aula. El problema también tiene que tratarse en casa, porque las familias son el modelo que los más pequeños siguen. 

En este sentido, la experiencia de Suecia nos invita a reflexionar sobre el equilibrio entre el uso de pantallas y el contacto con los libros impresos, buscando un enfoque que se adapte a las necesidades de nuestros estudiantes en un mundo cada vez más digitalizado. 

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