Este proceso requiere paciencia, consistencia y estrategias bien definidas. En este artículo, compartiremos algunos consejos prácticos para retomar el control del aula de manera efectiva y facilitar esta transición.
Índice de contenidos
1. Restablecer las rutinas gradualmente
Las rutinas son fundamentales para proporcionar un marco de estabilidad y previsibilidad en el aula. Según la psicóloga infantil Silvia Álava, es fundamental comenzar a regular los horarios de las comidas y de despertarse y acostarse unos días antes del inicio del curso escolar, así como reintroducir pequeñas tareas diarias que les recuerden la estructura del día escolar, como la entrada al aula, la entrega de tareas y la participación en clase. “Es positivo ir retomando el horario escolar y las responsabilidades de forma gradual durante la semana previa, porque la rutina les viene bien, especialmente a los más pequeños, y les transmite seguridad”, argumenta. La consistencia en la aplicación de estas rutinas ayudará a los estudiantes a recordar qué se espera de ellos y a retomar sus hábitos de estudio y conducta.
2. Crear un ambiente acogedor y motivador
Después de las vacaciones, los estudiantes pueden sentirse desmotivados o desconectados del entorno escolar. Incluso los primeros días es posible que los niños se encuentren algo más susceptibles, agitados o con cambios en su estado anímico. Para contrarrestar esto, es una tarea importante para los docentes crear un ambiente acogedor y motivador. Decorar el aula de forma atractiva, iniciar la primera clase con una actividad de integración o dinámicas en grupo para conocerse pueden ser buenas estrategias. Además, es útil reconocer y celebrar las experiencias vividas durante las vacaciones, permitiendo a los estudiantes compartir sus historias y reconectar con sus compañeros.
3. Reforzar la comunicación y la escucha activa
La comunicación abierta y la escucha activa son herramientas poderosas para restablecer el orden en el aula. Dedicar tiempo a escuchar a los alumnos y animarlos, con un lenguaje positivo, a expresar sus inquietudes o dificultades relacionadas con la vuelta a la escuela. Esto no solo ayuda a los docentes a identificar posibles problemas de adaptación, sino que también fortalece la relación entre el profesor y los estudiantes, generando un clima de confianza y respeto mutuo. Crear un ambiente seguro donde los alumnos se sientan motivados para participar activamente es fundamental.
4. Adaptar el contenido y las metodologías
El retorno a las aulas tras un período de descanso puede suponer un ajuste en la concentración y en el ritmo de aprendizaje de algunos alumnos. El psicólogo infantil y director del Máster Universitario de Psicología Infantil y Juvenil de la Universidad Europea de Madrid, Giuseppe Landolo, considera que la vuelta a la rutina es un «proceso de adaptación» que va más allá de «simplemente retomar actividades habituales». Por ello, es recomendable comenzar con contenidos menos exigentes o actividades que repasen temas ya conocidos, y gradualmente incrementar la complejidad. Asimismo, variar las metodologías de enseñanza, utilizando técnicas más dinámicas y participativas, puede ayudar a captar la atención de los estudiantes y facilitar una mejor adaptación al ritmo escolar.
Alfredo Martí, profesor de Educación Infantil y Primaria sugiere tomarse la primera y segunda semana para «conocer a los chicos, hablar con ellos y poner puntos en común con la familia y el profesorado». De esta forma, el comienzo del curso puede hacerse más llevadero.
5. Fomentar la empatía y la responsabilidad
El regreso a clases puede generar diversas emociones en los estudiantes, desde entusiasmo hasta ansiedad o tristeza. Es importante que los docentes y padres validen estos sentimientos y los aborden de manera positiva. “El enfoque tiene que ser hacia lo positivo, diciendo las cosas buenas de volver al colegio”, sugiere la psicóloga infantil Silvia Álava. Validar las emociones ayuda a los niños a sentirse comprendidos y apoyados, lo cual es esencial para una adaptación tranquila al entorno escolar.
6. Mantener la calma y la consistencia
Los estudiantes son muy receptivos a las emociones y actitudes de los docentes. Por eso, es fundamental que los profesores mantengan la calma y sean consistentes en la aplicación de normas y consecuencias. Un tono de voz tranquilo, una postura abierta y la disposición para resolver conflictos de manera pacífica transmiten a los alumnos que el aula es un lugar seguro y controlado, donde se valoran el respeto y la colaboración.
7. Apoyarse en herramientas digitales para gestionar el aula
En este contexto, plataformas como Clickedu pueden ser un aliado valioso para los docentes. Clickedu es una plataforma de gestión educativa integral que ofrece una variedad de recursos y herramientas que ayudan a los profesores a atender la diversidad en el aula, cumplir con el currículo de manera eficiente y preparar las clases de forma creativa y atractiva. Además, facilita la introducción de nuevas metodologías y estrategias que fomentan la motivación y la participación activa de los alumnos, así como también la comunicación con las familias.
La solución de Clickedu para facilitar la vuelta a las aulas
En conclusión, Clickedu puede ser una buena solución para los docentes que buscan apoyo adicional para retomar la tranquilidad y la disciplina en el aula, ayudándoles a superar los desafíos del día a día en la enseñanza y creando un entorno educativo más dinámico y efectivo. Al utilizar Clickedu, los docentes pueden centrarse en lo más importante: el aprendizaje y bienestar de sus estudiantes.