Hoy en día, el consenso es amplio sobre la relación directa entre la calidad de la dirección escolar y la calidad de un centro educativo, hasta el punto de que “la falta de liderazgo efectivo puede afectar negativamente a la calidad del aprendizaje y a la preparación de los estudiantes para el futuro”, en palabras de Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela. De hecho, una investigación de este autor junto a las profesoras Isabel García y Eva Expósito cifró en casi un 20% el impacto de la calidad del liderazgo de la dirección sobre los resultados de las pruebas PISA de los estudiantes.
De ahí que muchas voces hayan alertado de la imperante necesidad de avanzar hacia la profesionalización de la dirección escolar en España. Ello incluiría, especialmente, la mejora de las políticas de acceso a la dirección escolar y de las políticas de formación y desarrollo profesional.
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Funciones de la dirección escolar
Porque la dirección escolar va más allá de la gestión administrativa del centro. Esta figura es la encargada de organizar la enseñanza y de supervisar la planificación académica, y tiene un papel crucial en la selección y el desarrollo del equipo docente, así como en la promoción de la innovación pedagógica y en la comunicación con las familias.
La LOMLOE lista sus funciones principales de forma detallada. De forma resumida serían:
- Representar al centro y fomentar la colaboración con otras instituciones.
- Dirigir y coordinar la actividad del centro.
- Llevar a cabo estrategias para conseguir los objetivos del proyecto educativo.
- Asegurar el cumplimiento de la legislación.
- Garantizar un clima de centro que favorezca la labor docente y el aprendizaje del alumnado.
- Establecer evaluaciones del propio centro.
- Contratar obras, servicios y suministros y autorizar los gastos.
- Proponer y cesar a los miembros del equipo directivo.
- Favorecer la formación del equipo directivo y la innovación educativa.
- Realizar la planificación docente del centro.
Liderazgo educativo
Así, la dirección escolar debe abrazar la visión de un liderazgo educativo que no solo administra eficientemente sino que también inspira y guía a la comunidad educativa hacia el éxito.
La capacidad de un/a director/a para motivar a los docentes y asegurar su bienestar, inspirar a los estudiantes, involucrar a las familias de forma positiva y establecer metas educativas ambiciosas son componentes esenciales para el progreso educativo, para crear un entorno que fomente el aprendizaje significativo. Más allá de la gestión de recursos y procesos, la función de la dirección escolar representa un compromiso activo con la excelencia educativa.
Evolución de la dirección escolar en España
En nuestro país, la dirección escolar ha evolucionado hacia la profesionalización. Carmen Viejo, profesora del Máster en Formación del Profesorado de la Universidad Isabel I, destaca “los esfuerzos realizados durante la década de los noventa -concretamente a través de la ley orgánica LOPEGCE de 1995- para adoptar medidas de acreditación de la dirección escolar e informes de evaluación”. También supuso un paso adelante la LOCE de 2002, que otorgaba a los/as directores/as autonomía de gestión y cambiaba el procedimiento anterior de elección por una auténtica selección de esta figura, entre otras novedades.
La LOMLOE ha añadido un programa de formación sobre competencias para el desempeño de la función directiva y ha previsto la inclusión de módulos de actualización, para los centros públicos. Sin embargo, aún queda camino por delante en esta profesionalización de la dirección escolar, quizá por los vaivenes de las diferentes leyes educativas y por la peculiaridad del sistema español, con centros educativos públicos y concertados y la hibridación entre gestión escolar y docencia.
En cualquier caso, la evolución de la dirección escolar implica una transición de enfoques tradicionales a modelos más participativos y colaborativos. En la obra “Una dirección escolar para el cambio”, Javier Murillo apunta a la transición hacia el liderazgo distribuido, donde la toma de decisiones se comparte entre los miembros del equipo educativo.
En este sentido, la plataforma de gestión educativa inteligente Clickedu ofrece un gran abanico de funcionalidades que permiten al equipo directivo del centro establecer metas y objetivos para avanzar hacia la excelencia educativa. También dispone herramientas de gran valor para el profesorado, como el trabajo por proyectos o las rúbricas de evaluación, siguiendo las directrices de la ley educativa vigente. Si necesitas ayuda para explorar todas las posibilidades que te brinda Clickedu, puedes consultar el manual.
Herramientas de business intelligence para la dirección escolar
Para avanzar hacia la excelencia educativa, un/a director/a eficiente debe ser un catalizador para el cambio, debe implementar estrategias que mejoren continuamente la calidad educativa. Esta visión transformadora implica contar con herramientas para evaluar la marcha del centro educativo para la toma de decisiones inteligentes y ágiles que permitan avanzar hacia el éxito general del centro.
En este contexto de transformación, Clickedu Analytics se presenta como una herramienta muy valiosa para los/as directivos/as escolares, ya que permite consultar y gestionar de forma intuitiva la información académica, económica y de recursos humanos del centro o grupo educativo.
Este producto de business intelligence, que es un extra de Clickedu, proporciona datos precisos en tiempo real sobre la marcha del centro, del alumnado y del profesorado, y facilita el seguimiento de los indicadores clave para evaluar las estrategias llevadas a cabo e identificar las áreas de mejora. Se trata, pues, de una herramienta esencial para que la dirección escolar pueda ejercer su función de forma efectiva.
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